El cabello es uno de los aspectos de nuestro cuerpo que más cambios y modificaciones nos permite realizar para alterar nuestro aspecto y parecer más bellas y jóvenes. Un buen corte, un buen peinado, un cambio de color puede hacernos aparentar varios años menos y lucir más elegantes.
Corto, largo, planchado, rizado, con reflejos, teñido… la lista de opciones es extensa y el límite de la exploración es nuestro deseo y la habilidad de nuestro peluquero. Por supuesto que cada una de nosotras sabe qué corte de cabello va mejor con la forma de nuestro rostro, con nuestra figura o con nuestra altura. Pero para poder experimentar con el cabello nos tenemos que preocupar de que el mismo luzca radiante, brillante y sano.
Para ello, tengamos en cuenta estas sugerencias:
- Mantenerlo limpio y peinado.
- El champú y el acondicionador capilar que empleemos deben ser de buena calidad y deben otorgar al cabello fuerza y brillo.
- Unas peluquera o un dermatólogo podrán asesorarnos sobre qué tipo de productos debemos emplear si nuestro cabello es seco, graso, fino, si está debilitado, florecido o tiende a la caída.
- Un correcto lavado empieza por humedecer el cabello usando agua tibia (nunca muy caliente); aplicar el champú con los dedos, masajear y dejar actuar un minuto; enjuagar dejando correr abundante agua por el cabello y retirar el exceso de agua con una toalla, presionando con las manos pero sin retorcer el cabello para no dañarlo. Posteriormente se extiende el acondicionador a lo largo del cabello, pero no sobre el cuero cabelludo. Se deja actuar 3 minutos y se enjuaga.